Que viva el fútbol

Que viva el fútbol

jueves, 4 de junio de 2009

Ariel Bustos antes del viaje a Montevideo


La mayor ilusión. Ariel Bustos, 38 años, se dará el gusto de participar en las Eliminatorias Sudamericanas. Uruguay-Brasil, el gran desafío.
Foto: Néstor Gallegos




Hecho inédito en el referato santafesino: el primero en una terna de Eliminatorias...
Ariel Bustos toca el cielo con las manos
Será asistente en el gran partido del sábado entre Uruguay y Brasil. Es la primera vez que un juez de nuestro medio llega a esta instancia. Después, ¿apunta al 2014?


Julián Monzón
deportes@ellitoral.com

Es juez de nuestra Liga Santafesina y tendrá su debut como asistente en un partido de Eliminatorias Sudamericana. A los 38 años, Ariel Bustos compartió su alegría visitando nuestra redacción y habló en una charla a fondo y sin desperdicio.
—¿Que sensación tuviste al recibir el comunicado de la designación?
—Primero no caía, que es lo que era. Porque al abrir tu correo personal y ver que tenés un mensaje de Fifa y te das cuenta que es una designación, sorprende. Primero pensé que era una broma de algún compañero mío. Imaginate que una eliminatoria la queremos jugar todos y cuando ya quedan tan pocas fechas, vi el partido que era y vi que venía desde Zurich, ahí me empezó a temblar todo.
Tremendo partido, porque luego de aquel famoso “Maracanazo” y de muchos duelos importantes de la historia, Uruguay y Brasil es un clásico que se juega a matar o morir.
Estuve leyendo y he visto que los uruguayos lo toman como nosotros lo tomamos a Argentina y Brasil, muy en serio, y es muy importante, además por las posiciones porque Uruguay debe ganar para estar tranquilo y Brasil para estar segundo, es un partido que por los puntos es valioso.
—¿Hablaste con tus compañeros de terna?
—Hace 15 días que hablamos todos los días. Saúl (Laverni), el árbitro, me pregunta si estoy entrenando, si estoy bien y yo le pregunto a él y lo mismo con Gustavo Esquivel. Estamos todos como si vamos a un campamento, preguntándonos quién lleva el mate, qué lleva cada uno, cómo vamos a ir vestidos. Es una experiencia de un compañerismo inolvidable.
—¿Qué te imaginas de semejanzas o diferencias, respecto a lo que fue tu debut en Copa Libertadores en aquel partido Lanús-Estudiantes?
—A los partidos los trato de tomar todos por igual. Obviamente que hay una ansiedad, pero yo voy a un partido de Liga y siento esos mismos nervios para dirigir un partido acá en nuestra Liga que en un partido de primera. Son esas maripositas que sentís y hasta que no empiecen a pasar los minutos lo sentiré así. Yo tomo a todos los partidos por igual. Aunque son muy diferentes claro está, pero trato de tomarlo con la misma seriedad a la Liga, a Primera, como ahora este partido.
—Ya que mencionaste la Liga, recuerdo que en los primeros años de carrera, en los partidos que vos dirigías había muchos expulsados. ¿Los jugadores te fueron conociendo o vos fuiste cambiando un poco con el tiempo?
—Yo fui corrigiendo. Porque el principio, vos lees el reglamento y te das cuenta que te da muchas pautas para amarillas o rojas en casi todas las jugadas. Entonces, con la experiencia uno se va aflojando con el ritmo del juego y entiende al jugador. Vas encontrando las mañas, lo vas hablando, por ahí una charla con un jugador causa tranquilidad. Yo por ahí al principio no dejaba que el jugador ni se me acercara. Pero todo esto por el reglamento, porque el reglamento es muy frío y cuando pasan los años uno entiende muchas cosas que antes no las entendía.
—¿Te tienen más respeto en la Liga, desde tu designación de asistente internacional o, al contrario, te caratulan de agrandado?
—Yo pensé que me iban a pasar factura por eso, pero al contrario, cuando llego a una cancha acá en la liga casi ni hablamos del partido que estamos por jugar, sino que me preguntan por el partido que estuve o voy a estar. Están pendientes todos, dirigentes, jugadores, me han felicitado hasta los mismos padres en las tribunas. Yo pensé que me iba a costar más.
—Tu debut internacional fue polémico con la famosa mano de Sand. ¿Sos de analizar qué hiciste bien y qué mal luego de un partido?
—En ese partido puntual, vi una supuesta mano y después me di cuenta que la bajó con la mano, pero en ese momento se me cruzaron muchas cosas en la cabeza. Si yo lo cobraba y no era y le anulo un gol legítimo, le complicaba el partido al árbitro. Muchas cosas pasan en un segundo. Yo pretendo que las cámaras no me enfoquen, que no se hable de mí, intento no complicar el partido al árbitro y que queden conforme con mi actuación. Yo estoy conociendo a todos los árbitros de a poco y me voy acoplando a la forma de ellos, a como les gusta que uno dirija.
—Hoy es muy común que se reflejen en los medios los informes de los veedores sobre los árbitros. ¿En el caso de los asistentes como es el sistema, porque no trasciende demasiado?
—No son tan seguido las conversaciones con los instructores de Buenos Aires, pero cuando hay una falencia muy grande te llaman y te la hacen notar. A nosotros una equivocación puntual en un gol mal habilitado o mal sancionada una infracción, nos vale una suspensión y significa estar parado un fin de semana. Eso pasar a formar parte de la foja, lo mismo que alguna otra situación que haya perjudicado en el juego, tenemos una suspensión, que yo las he tenido también.
—Muchas cosas pasaron en tu carrera en este año. Aunque sea en sueños, ¿pensaste en la posibilidad de un Mundial?
—Todos quisiéramos estar en un Mundial, pero no sé si van a dar los tiempos. Ojalá que todo pase por las condiciones físicas o dentro del campo de juego. Hoy estoy tranquilo, pero la verdad no conozco cómo es el mecanismo de designación. Pero tengo confianza y tengo el sueño de ir a un Mundial, pero ya con esto, donde Fifa llama a estos torneos como pre mundial, creo que llegar a un Uruguay-Brasil es un logro que me da mucho entusiasmo para seguir trabajando. Porque no es que Bustos ha llegado porque es un fenómeno. Si no fuese por las puertas que me han abierto la gente de la Liga Santafesina, en su momento Montemurro y Sergio Suárez, no estaría acá.
///

Ficha personal
Nombres y Apellido: Ariel Fernando Bustos.
Fecha y lugar de nacimiento: 31-01-71, en Mendoza donde vivió 6 meses, luego se trasladó a Santa Fe.
Año de comienzo en el arbitraje: en 1990.
Grupo familiar: Esposa, Sonia e hijo, Ezequiel (14 años).
///

La vuelta imaginaria
¿Cómo te imaginás el domingo a la noche, ya de regreso?
—Seguramente, todo acalambrado de los nervios. Primero, después del partido, voy a analizar cómo vi yo mi actuación; después, cómo me vieron mis compañeros. Luego, ver las imágenes, y el domingo, ya en relax y triste porque habrá pasado todo. Es que esto de la previa es muy hermoso y espero que me salgan bien las cosas, porque cuando me salen bien tengo una tranquilidad tremenda. Y cuando las cosas no me salen bien, el primero que se amarga soy yo.
—¿Algún trofeo pensás traerte?
—Dentro de la cancha está prohibido (risas), pero en el túnel o cuando ya no haya más cámaras, algo intentaremos.


De lo nuestro, lo mejor
Hay un grupo de árbitros que ha logrado trascender en la B Nacional o en los Torneos Argentinos...
—¿Te sentís junto a ellos en parte referente de los que tienen menos experiencia?
—Hay muchos árbitros nuevos. Me hace acordar cuando yo empecé. Como referente yo lo veo a García todavía. Es el viejito entre nosotros que sigue entrenando, que sigue corriendo y un modelo a seguir, porque sigue entrenando, porque le sigue gustando y se sigue entreteniendo haciendo esto.
Por eso los pibes más que a Bustos, lo tienen que ver a él. Porque no es fácil este camino y es muy largo, porque esta oportunidad a mí me llega luego de poco más de 18 años.
///
OPINIÓN
Orgullo santafesino
Juan Carlos Haberkon
Algunos detalles alcanzan para comprobar que Ariel Bustos todavía cultiva el espíritu amateur. Su perfil bajo, su humildad y su hombría de bien lo pintan de cuerpo entero. El árbitro de nuestra Liga Santafesina de Fútbol escribirá un renglón muy importante en su vida y quizás sea el momento más esperado para la casa mayor del fútbol local que lo vio nacer. Para los que vemos sábado a sábado a Ariel Bustos pitando en las canchas de la Liga, esta designación nos llena de orgullo y de satisfacción. “Estoy muy feliz por lo que me toca vivir en este momento y de verdad que no pienso desaprovechar esta gran oportunidad”, declaró ayer, cuando pisó la Redacción de nuestro diario. Estas palabras confirman el crecimiento del arbitraje local y vienen de un tipo humilde que supo ganarse el respeto de todos los que consumen el fútbol que se juega por amor a la camiseta.

/// OPINIÓN
¡Salud, Ariel!
Roberto Carreño (*)
Realmente, es una sensación indescriptible el hecho de tener un amigo del arbitraje, bien nuestro, de nuestra Liga Santafesina en una terna para un partido internacional, por Eliminatorias, como el de Uruguay-Brasil, que nosotros lo compartimos en una cancha de fútbol y no nos damos cuenta o no valoramos dónde está Ariel, quien, junto a su esposa y su hijo, se encontrará disfrutando de este maravilloso momento deportivo en su carrera, por el que viene trabajando desde hace más de 10 años como árbitro asistente contratado en AFA. Sinceramente, a esta alegría que debe estar viviendo con sus seres queridos, nosotros los árbitros de la Liga le robamos un poquito y la compartimos entre todos. ¡Salud, Ariel, por este momento! Y nos llenamos de orgullo diciendo: “Ése es Ariel Bustos, árbitro de nuestra Liga Santafesina de Fútbol”.
(*) Presidente del Colegio de Árbitros
-
Diario El Litoral

No hay comentarios:

Publicar un comentario