Que viva el fútbol

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jueves, 25 de junio de 2009

Aniversario de la Liga Santafesina

Polito” Montemurro es un referente dentro de la dirigencia liguista y nunca perdió de vista el transcurrir de la casa mayor del fútbol local. Está entusiasmado con la nueva generación que asumió pocos meses atrás.
Foto: Luis Cetraro

Entrevista a Hipólito Montemurro
“Incorporé un estilo de conducción”
El ex presidente comandó los destinos de la Liga Santafesina por casi una década. Impuso una organización que no tenía la entidad y hoy reconoce que estuvo asesorando a la actual gestión.

Julián Monzón

Comenzó, al igual que muchos dirigentes, como delegado de un club. Luego se fue metiendo de lleno en la organización institucional y llegó a la presidencia a mediados de los ‘80. Más tarde, decidió alejarse para ocupar un cargo a nivel provincial. Hoy, fuera del ámbito oficial, reconoce que estuvo a punto de volver de lleno y presentarse en las últimas elecciones y que asesoró a quienes hoy conducen los destinos de la Liga Santafesina.
—Una cuota de protagonismo importante te ha tocado en un tramo de estos 78 años de la Liga...
—Modestamente, yo fui un presidente más, pero sí fue importante para mí, porque en la Liga encontré los dirigentes y los amigos que me siguen acompañando en la vida. Yo pertenezco a una generación intermedia. Tuve la suerte de que me acompañaran viejos dirigentes que estuvieron desde el nacimiento. Hablo de Eladio Rosso, Piedrabuena, Gesuiti, Franconieri, De Sanctis. Yo siempre les hacía una broma: les decía que, cuando se fundó la Liga, ellos ya estaban adentro y en parte, de algún modo, era así. Ellos me heredaron una suerte de droga, porque cuando yo era delegado los miraba y me preguntaba: “¿Qué hace esta gente acá todos los días?”. Sin embargo, con el pasar de los años fue una droga que se me metió adentro y de la cual no podía prescindir.
—Suelen decir muchos que Polito Montemurro organizó la Liga cuando asumió.
—Yo lo que incorporé a la Liga es un estilo de conducción, que lo compartía con todos. Siempre digo que fuimos profesionales del amateurismo. Es decir, nos tomamos muy en serio todo: incorporamos muchos clubes, mejoramos muchas canchas, cumplimos a rajatabla los reglamentos y modernizamos la reglamentación, como por ejemplo, dándole más dinamismo al torneo, creando la Primera B. Los torneos eran anodinos y sin interés, y a veces, porque solamente se buscaba el campeón. Entonces, con la creación de la B, la preocupación era no descender y, por supuesto, en la B, ascender. Incluso, hicimos descender en un campeonato a 6 clubes, y me vinieron a buscar a mi casa y a decirme que tenía que seguir el torneo como antes. Hasta me llegaron a decir que, si empezaba la B, yo dejaba de ser el presidente de la Liga. Pero esto era parte del fanatismo que siempre existió en el fútbol. Tuvimos suerte, porque se jugó una final en la B en cancha de Gimnasia y, antes de que empezara el partido, me vinieron a felicitar, porque había 1.500 personas. Constituimos un Colegio de Árbitros y se logró la independencia del Tribunal de Penas. En esto también tengo que ubicar a Radissi, Salemi, Sbodio y a un montón de dirigentes.
—Después de alejarte, ¿seguiste un poco monitoreando la situación?
—Yo traté de ser respetuoso, porque en mi presidencia hice respetar la Mesa Directiva y, entonces, desde afuera hice lo mismo. Solamente en un par de oportunidades intervine. En una ocasión, peligraba la B, porque había un club grande que tenía posibilidades de perder la categoría y se hablaba de suspender el torneo. Entonces hice público mi disconformismo. El otro aspecto fue en cuanto al respeto a la gente que hizo escuela y que nos enseñó a nosotros a ser dirigentes. Yo veía que a veces había poco reconocimiento a esa gente. Porque hay gestos, como por ejemplo, el de estos nuevos muchachos, que le pusieron al torneo el nombre de Eladio Rosso, y hacer la inauguración en Guadalupe. Eso me pareció fantástico. Creo que en ese sentido hubo un período donde eso pasó a ser una cosa menor. Yo creo que hubo un lapso en el que se olvidaron de respetar los reglamentos de la Liga, se olvidaron de respetar a los clubes y creo que, pese a que ésta es una comisión que recién empieza, es como que ha oxigenado el mecanismo de funcionamiento.
—En algún momento, el rumor indicaba que ibas a volver...
—Sí, era así, yo a todo el mundo le decía que iba a volver. Decía que, cuando viera que la liga no seguía por los caminos normales y que los clubes no tenían garantías, yo iba a volver. Por eso, siempre dije que a mí no me dieran ni siquiera un banderín porque yo no voy a ser un ex dirigente. Charlé, y tal vez conduje en su inicio a esta comisión; pero, cuando vi que había tanta gente joven y con tantas ganas de trabajar, te puedo decir que me jubilé. Creo que ahora no pienso en regresar porque creo que está en buenas manos la Liga. Si corría peligro, yo iba a volver, y por eso fui uno de los autores de todo este movimiento.
—¿Algún hecho que te haya marcado?
—Una vez hicimos un torneo y, cuando redactamos la definición en caso de empate, pusimos varios puntos, como diferencia de gol, tantos a favor, etcétera, y si seguía la igualdad, se recurría a un sorteo. En realidad, pensamos un reglamento para gente grande. Pero fue a sorteo una final de séptima y, la verdad, ver el rostro de quienes perdieron por una moneda, no me lo olvido más. Fue lo peor que me pasó porque, además, nosotros, como dirigentes, fuimos responsables de eso, porque ninguno pensó que se podían dar todos esos factores, y no obstante, se dieron. Los dirigentes cometemos errores muchas veces, pero el tema está en darnos cuenta y tratar de corregirlos.
—¿Qué significa este aniversario de la institución para vos?
—Para mí es una pasión la Liga. Hoy cumple 78 años y, seguramente, ya no voy a estar, pero yo digo que ojalá dentro de 78 años cumpla 156. Porque, así como hoy en día la gente critica a tantos chicos que están en la pavada, en la droga y en todo eso, hay muchísimos otros que viven detrás de esa pelota. Y realmente quiero destacar el ejemplo de un viejo periodista como lo fue Romano, y como lo hacen ahora muchos de ustedes. Porque muchos creen que el fútbol es Maradona, Fillol, Pumpido y todos esos que hoy cobran millones. Ninguno de ellos nació de un repollo. El “Kun” Agüero, Messi, todos jugaron en una Liga o en un equipo de barrio en sus comienzos. Yo me enorgullezco de haber sido amigo de Romano, con todo el trabajo que él hacía para difundir en el diario la actividad de la Liga. Por eso, es importante toda la difusión que se le da hoy en día a la actividad liguista. Porque le muestra a la sociedad que no todos los chicos están en la pavada.
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ADEMÁS
78 años de vida
El 24 de junio de 1931 se fundó la Liga Santafesina de Fútbol, por lo que hoy se cumplen 78 años de esta fundamental institución del deporte regional.
En aquella ocasión, los dirigentes de Colón (Julio César Carnelli), Unión (Luis Anello) y Gimnasia y Esgrima (Fernando Albornoz) decidieron desafiliarse de la Federación Santafesina de Fútbol y formar otra entidad, a la cual se incorporaron también desde el inicio Almirante Brown y Ferrocarril Santa Fe. Pocos días después, el 19 de julio de 1931, se inició el torneo oficial.
Así arrancó esta historia que hoy atraviesa un tiempo de transición, con una importante renovación de autoridades, que llegaron a la entidad madre del fútbol local con muchas ganas de trabajar y proyectos de jerarquía para llevar adelante.
Realmente es una fecha especial, y no sólo para el fútbol santafesino, sino para todo el deporte amateur, ya que esta institución es un ejemplo de labor constante, principalmente en beneficio de los más pequeños.

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Diario El Litoral, edición del miércoles 24 de junio.

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